Es triste condición de la humanidad que más se unen los hombres para compartir los mismos odios
que para compartir un mismo amor.
Jacinto Benavente

El Samaruc es un pequeño pez de la Albufera Valenciana que se encuentra en grave peligro de desaparición.
Lo mismo que este pez hay un grupo de personas que intenta subsistir en contra de la corriente haciendo algo más peligros que la droga o la violencia; intentan pensar sin seguir las normas de lo políticamente correcto.
El grupo lo hemos llamado como este pequeño pez que resiste a su destino.
Vemos una enorme muchedumbre que continua repitiendo sin cesar sus odios, sus mentiras, sus guerras y sus errores. Tenemos un mundo en el que los valores se han sustituido por lo políticamente correcto. Un mundo que no ha cambiado nada en miles de años. Solo se han cambiado las palabras para simular que no queremos decir lo mismo, que ahora somos más comprensivos. Nada de eso.
¿Que diferencia hay entre unas personas de hace 100 años que pensaban que lo indiscutible era lo que el sacerdote decía y las de ahora que creen en el dogma inculcado desde el templo de la Tv?
Esta particular visión de la vida se ve a través de lo que se llama Ventana de Obertón. Por esta ventana solo conocemos lo que al poder le interesa y es capaz de que, en un corto espacio de tiempo, pensemos que el manjar ideal es la carne humana aderezada con una deliciosa fritura de insectos. Al mundo le dará igual, será lo ideal y lo que nos hará fuertes y sanos.
Cambiamos las palabras para que parezca que es otra cosa y la gente, en lineas generales, acepta lo que se les dice sin hacer preguntas. Antes se llamaba Fe.
Nuestro grupo intenta no creer en nada, ni nos interesa, no tenemos el más mínimo deseo de convertir a nadie ni de que puedan pensar o aceptar lo que decimos. Ni tan siquiera nos alegraría que lo hicieran porque estaríamos cayendo en lo mismo que despreciamos; intentar que otras personas piensen como nosotros. Si tu crees todo lo que te dicen sin cuestionarlo, es tu decisión, posiblemente lo lamentes en su momento.
Que cada uno piense como le de la gana, pero tampoco nos gusta que podamos ser vistos como parte de un rebaño. No somos pastores, pero tampoco corderos, ni tan siquiera el perro, que podríamos asimilarlo al periodista, que ladra dirigido por el amo para conducir al grupo hacia el aprisco, o al matadero.
Sencillamente vamos a sentarnos en una loma y contemplaremos el mundo. El que por su propia voluntad quiera sentarse con nosotros está invitado. La loma es amplia.
Como meta nos hemos puesto el recoger relatos que, de algún modo, tienen que ver con la visión abierta del mundo actual o del futuro. Relatos que, enmascarados con la (posible) fantasía, avisan con una frase que mi madre me decía de pequeño “Piensa hijo, porque con la verdad, te pueden engañar”. No intentaremos convencer a nadie. Y simplemente ofrecemos en unos relatos nuestra visión del futuro que estamos creando actualmente. Estaremos equivocados en muchas cosas y el lector estará en desacuerdo con muchas más pero una cosa es incuestionable “si piensas como todos los demás, no hay duda, alguien te está engañando para su beneficio” .
Si te interesa, amigo, el grupo está abierto a las buenas personas con mente abierta y no dudamos que, si quieres, nos encontrarás.

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